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Nacho Cuevas

Vivo en un contenedor

Vivo en un contenedor Siempre que llego a casa aparezco con un trasto nuevo. Los objetos inútiles se amontonan por el salón de casa, el estudio, la habitación... Esta mañana he tenido que hacer malabares para poder llegar hasta la cocina.
Al final me he tenido que ir sin desayunar porque no he encontrado el microondas, ni los fuegos, ni el horno. La leche sigue helada dentro de la nevera. Una bici vieja, es lo que necesito. Si consigo encontrarla cambio de contenedor. Tendré que sacar todo lo que he acumulado para poder guardar la bici. Será divertido ir de la cama al salón montado en bicicleta. Lástima que mi contenedor no tenga semáforos ni un paso a nivel. Todo entra y sale por la misma puerta.
Voy a sacar los trastos inútiles, voy a comprar una bici nueva. Tengo que poner orden y volver a empezar.
Vivo en un contenedor vacio...

2 comentarios

Anónimo -

Por aquello de "renovarse o morir" varias veces pensé en renovar mi contenedor, lo que significaba vaciarlo para poder volver a llenar su interior de cosas nuevas y "útiles" pero preferí renovar, en su lugar, el refrán, y ... por aquello de "reciclarse o morir", decidí empezar a dar nuevas utilidades a lo que ya tenía y descubrí la luz, el color, el sabor y el tacto de aquello que creí muerto y tenía aún entre manos. Es muy cansino tener que renovar "la casa entera" cada vez que la sentimos vacía, y el caso es que una vez estuvo amueblada a nuestro gusto, sólo es cuestión de moverse de otra manera por el espacio, de cambiar de sitio los muebles y correr las cortinas para que la luz nos deje ver el polvo y podamos pasarle "el paño".

P.D.: cuidado con el estropajo! si rascamos con fuerza corremos peligro de perder el sabor del buen café...más rico cuanto más vieja la cafetera, enjuagada tan sólo con agua y un poco jabón! y.... cuidado con con-tener las emociones, no vaya a reventar el contenedor!

Anónimo -

Vivo entre recopilaciones del pasado. Guardo objetos sin uso definido para que me recuerden de donde vengo, pero no saben decirme a donde voy. Se acumulan como los trastos que te rodean en tu contenedor. Son el contenido de mi yo continente. La inutilidad de esos objetos la decides tú. Todo sirve para algo, todo debe tener un fin, un objetivo. Aunque ese sea desaparecer.
Yo no me molestaría en poner orden. Volvería a empezar en ese contenedor vacío en el que dices vivir. Ahora decide si la bici será nueva o vieja. Decide qué es lo que realmente quieres llenar y de qué. No es fácil.