Pero siempre hay alguien que está preparado para apoyarte, para recogerte en caso de caída.
Icaro -
Dédalo lo vió partir desde la colina, contento de poder, ya sin competencia, seguir amando a su esclava preferida. Qué buen engaño para el mayor rival de un hombre!...
Luego, tras dos batidas de alas, comprendí que sólo mi historia pesa lo suficiente como para no dejarme llevar; que la saliva gastada a lo largo de los años es el pegamento que me une a la zona más oscura de mis tripas; y que sólo cuando deje de atender al giro, a la potencia, al salto y mire al horizonte comenzaré a volar a buena altura.
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Icaro -
Marta -
Icaro -
fer -
Icaro -