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Nacho Cuevas

Alcé el vuelo

Alcé el vuelo ...y tuve miedo.

5 comentarios

Icaro -

¿Cómo vamos a ejercitar bien las alas si siempre sabemos que hay alguien ahí? El águila aprende a volar porque sabe que de ello depende su vida...

Marta -

Pero siempre hay alguien que está preparado para apoyarte, para recogerte en caso de caída.

Icaro -

Dédalo lo vió partir desde la colina, contento de poder, ya sin competencia, seguir amando a su esclava preferida. Qué buen engaño para el mayor rival de un hombre!...

fer -

y qué opina Dèdalo?

Icaro -

Luego, tras dos batidas de alas, comprendí que sólo mi historia pesa lo suficiente como para no dejarme llevar; que la saliva gastada a lo largo de los años es el pegamento que me une a la zona más oscura de mis tripas; y que sólo cuando deje de atender al giro, a la potencia, al salto y mire al horizonte comenzaré a volar a buena altura.