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Nacho Cuevas

Mi ventana

Mi ventana Hoy ha sido un día muy completo.
Ha empezado con un cabreo monumental que ha durado toda la mañana, pero bueno, esto, es lo menos importante.
Después de llenar la barriga y volver mi piel a su color natural he tenido la visita de un pájarito. Estaba, como de costubre, viendo salir los trenes cuando un pajarillo que revoloteaba cerca de mi ventana se a posado en mi balcon. Es precioso, lo recuerdo como si todavía lo estuviera viendo. Con las plumas de la cabeza de un color rojo tan intenso que era imposible dejar de mirarlo. El pajarito, muy educado, después de presentarse me ha preguntado por unos pájaros que suelen venir a mi ventana a ver pasar los trenes conmigo, cree que los conoce de algo pero no está seguro y siempre los ve a lo lejos y cuando trata de acercarse para hablar con ellos, estos siempre se van, no porque no quieran hablar con el, si no porque cada uno tiene su momento. Yo le he contestado que son mis amigos y que vienen a verme porque les trato muy bien y lo pasamos muy bien juntos. Así que me hacen compañía y así me cuidan a mí. Este pájaro me ha dicho que quería venir con ellos, pero yo le he dicho que no se preocupe, que tendrá más ocasiones para verlos y pasar con ellos un buen rato, pero no le he dicho más de ellos. Estoy seguro que en el fondo sabe quién son y más tarde o más temprano vendrán los cuatro juntos, o por separado, pero siempre todos en contacto a cuidarme a mi balcon para que yo los cuide desde mi ventana.
Mientras tanto, puedes venir siempre que quieras.
Así ha terminado la conversación con el pajarito. Depués hemos pasado un buen rato callados, observando las cosas bonitas que se ven desde mi ventana. Viendo salir los trenes.

3 comentarios

madamme -

A veces creo que puedo volar pero soy tan joven que cuando extiendo las alas y saltar, veo la pendiente que hay y no me lanzo.
Algún día yo también vendré a tu balcón, ahora no puedo. Pero confía que vendré, quizá con su compañía o quizá venga sola pero vendré! ^^

Gracias por leerme!

bea -

Yo también quiero! pero se me da muy mal, siemrpre se me mueren las plantas, y de pequeña tenía un gato que se suicidó tirandose por la terrada ( y se fue a vivir sus otras 6 vidas con otra familia).
Tienes suerte con esos pajaros

Marta -

Precioso. Algún día, me transformaré en un pajarillo, de colores luminosos, y pediré que me lleven hasta tu ventana, para poder estar a tu lado, viendo salir a los trenes.
Un beso!