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Nacho Cuevas

Uno, sólo uno...

Uno, sólo uno... Y Polifemo le preguntó a su querida nereida cual era el motivo de que no quisirera su amor. Y esta riendo, descarada, cogió la mano de Acis y remó en su barca de sueños.
Entonces, Polifemo, enfadado por la indiferencia de su amada, dió un golpe, sólo uno, en una roca de la orilla. Golpe fatal, pues fué sólo uno y bastó para que una piedra, con la fuerza de un ciclón, saliera despedida y golpeara mortalmente a Acis, que al oir el estrépito buceaba bajo las aguas para que Polifemo no lo viera. ¿Cómo lo iba a ver si mientras golpeaba la tierra lloraba como un niño?. Lloraba, si. Y ciego. Pues sólo tenía un ojo, sólo uno y era para su amada.

1 comentario

Marta -

Me encantan las fábulas, y más esta de Polifemo y Galatea (:P)
" Ninfa, de Doris hija, la más bella,
Adora, que vio el reino de la espuma.
Galatea es su nombre, y dulce en ella
El terno Venus de sus Gracias suma.
Son una y otra luminosa estrella
Lucientes ojos de su blanca pluma:
Si roca de cristal no es de Neptuno,
Pavón de Venus es, cisne de Juno. "