Blogia

Nacho Cuevas

Somos más.

Somos más.

He llenado de plantas mi balcón.
Geranios, margaritas, un romero y un par de alábegas.
Un poco de vida en la casa, que se empezaba a encontrar sola.
Así, entre los pájaros y las plantas voy a tener que pasar más tiempo en ella.

Mi ventana

Mi ventana

Hoy ha sido un día muy completo.
Ha empezado con un cabreo monumental que ha durado toda la mañana, pero bueno, esto, es lo menos importante.
Después de llenar la barriga y volver mi piel a su color natural he tenido la visita de un pájarito. Estaba, como de costubre, viendo salir los trenes cuando un pajarillo que revoloteaba cerca de mi ventana se a posado en mi balcon. Es precioso, lo recuerdo como si todavía lo estuviera viendo. Con las plumas de la cabeza de un color rojo tan intenso que era imposible dejar de mirarlo. El pajarito, muy educado, después de presentarse me ha preguntado por unos pájaros que suelen venir a mi ventana a ver pasar los trenes conmigo, cree que los conoce de algo pero no está seguro y siempre los ve a lo lejos y cuando trata de acercarse para hablar con ellos, estos siempre se van, no porque no quieran hablar con el, si no porque cada uno tiene su momento. Yo le he contestado que son mis amigos y que vienen a verme porque les trato muy bien y lo pasamos muy bien juntos. Así que me hacen compañía y así me cuidan a mí. Este pájaro me ha dicho que quería venir con ellos, pero yo le he dicho que no se preocupe, que tendrá más ocasiones para verlos y pasar con ellos un buen rato, pero no le he dicho más de ellos. Estoy seguro que en el fondo sabe quién son y más tarde o más temprano vendrán los cuatro juntos, o por separado, pero siempre todos en contacto a cuidarme a mi balcon para que yo los cuide desde mi ventana.
Mientras tanto, puedes venir siempre que quieras.
Así ha terminado la conversación con el pajarito. Depués hemos pasado un buen rato callados, observando las cosas bonitas que se ven desde mi ventana. Viendo salir los trenes.

?¿

Nombre.
Apellidos.
Teléfono.
Fax.
E-mail.
Dirección.
Población.
Provincia.
Código Postal.
Fecha de nacimiento.
Yo sólo quería un poco de información...

Recortes...

Recortes...

¿Que os parece si nos inventamos un mundo nuevo, de recortes de papel?. Mezclando el color con el blanco y negro?. Con tijeras y revistas por todas partes para poder cambiar, añadir, mejorar... o estropear lo que otro ya a creado. Uy, si eso es lo que hemos hecho con el de verdad. ¡Que me devuelvan el bote de pegamento!.

Lápices de color...

Lápices de color...

Me acaban de regalar una caja de lápices de color naranja. Es muy divertido, pues no son todos los colores iguales, aunque lo parezca. Los hay más cláros, ácidos, pasteles, oscuros, metálicos... así un amplio abanico de matices que me permiten pintar mi vida con los colores que más me gustan. He pintado a mis amigos de color naranja claro, puro y bueno, siempre les puedo dar encima un toque ácido o metálico según la ocasión. Al ser el mismo pigmento no doy opción a oscurecerlo. Pero... tampoco pasaría nada. Pues hasta oscuro me gusta. Me gusta el color naranja. Me voy a hacer... ¡butanero!. Pintadme un cuadro naranja, vereis que divertido es.

Rescatando palabras

Decidí cambiar de vida. Es difícil de explicar. Y una leche. Tengo una vida nueva. He conseguido explicar tus propias decisiones. Voy a quedarme como estoy.

Sueños de papel

Sueños de papel

Días lluviosos hemos pasado.
Los trenes han dejado de pasar por mi ventana.
Ahora es la lluvia la que golpea en mi cristal. He soñado contigo.
Soñé que soñabas conmigo y soñábamos juntos en un mundo de papel. Caminando sobre adoquines pegados con pegamento y donde el color lo dan rotuladores y temperas. Soñaste y soñaste conmigo. Sueños frágiles como el papel, que se endurecen con el tiempo pasado, a veces años, en unas horas de sueño. No se que ocurrió, no recuerdo los sueños. Sólo se que sueño y la única sensación que me queda es de angustia o placer, alegría o tristeza. Ayer soñé contigo. Hoy me he despertado feliz.

Historias de una estación

Historias de una estación

Desde hace unos días me paso las horas viendo pasar los trenes desde mi ventana. Ver como arrancan y poco a poco salen con dirección perdida hacia un norte que en mi mente, es como ese país de nunca jamás, maravilloso en su entorno y peligroso en su ambiente. Así lo veo yo. Es curioso observar a la gente, por la mañana temprano, con la mirada atenta a los paneles informativos y deseando que anuncien "Señoras y señores, día de fiesta oficial, no tienen que ir a trabajar, ni al colegio, monten en el tren y disfruten de un bonito viaje". Sería divertido ver la cara de sorpresa que pondrían. ¿Montarian en el tren?. Voy a preguntarles.
Hasta mañana.

Maya!

Maya!

Tengo tu aguijón clavado...

Se me ha perdido un día.

¿Alguien ha visto mi lunes?. Se me ha perdido y estoy bastante preocupado, pues lo pasé tan bien, que me preocupa que se haya enfadado porque no le haya hecho caso. Ayer, entre "rasquijón y rasquijón" tuve un día estupendo. Madrugón para ir al trabajo, trabajo, trabajo..., pero luego, a la tarde, cuando terminé, me metí en una borágine de risas, bailes y juegos tan impresionante, que se me pasó el lunes y eso, que ahora no lo encuentro. Por favor, si lo veis por algún lado, decidle que le echo de menos, que vuelva pronto. Las semanas no son lo mismo sin el.

Un día de playa.

Un día de playa.

El domingo estuve en la playa. El primer baño del año. Hizo un día excelente. Tomamos el sol, jugamos con raquetas, al futbol... Sólo me encontré con un problema. Los mosquitos. Con los días tan lluviosos que hemos tenido han surgido como de la nada ordas de mosquitos equipados con los mejores sistemas de detección de seres humanos. Por más que corríamos nos alcanzaban. Se quedaban enganchados a nuestra piel como un imán en la nevera. Nunca me he sentido tan indefenso ante un bicho tan insignificante. (Bueno, uno, lo que se dice uno no había. Muchísimos y coordinados).
Estoy moreno (y lleno de picotazos). El domingo que viene... más. Será cuestión de llevarse el aután.

No puedo leer

No puedo leer

Llevo varios días sin leer. Ahora quieren cobrar los libros en las bibliotecas públicas. Tengo 75 años y soy pobre. Lo único que me aliviaba de mi triste soledad era poder ir a la biblioteca y sacar un par de libros de Corín Tellado, es lo mío. Ahora ya no puedo, los quieren cobrar y no tengo dinero. Me aburro de soledad. Me aburro sin las letras. Sólo me queda el recuerdo de lo leído. QUE NO COBREN LOS LIBROS. POR MÄS Y MÄS COMPLETAS BIBLIOTECAS PÜBLICAS GRATUITAS.

Nueva identidad.

Nueva identidad.

Después de tantos años, ahora van y me cambian el nombre. El caso es que este nuevo mote-nombre me gusta. Es atrevido y a mi me encanta. Dicen que es porque tengo mucho morro. Yo creo que me viene más por la parte artística, modestia a parte, pero no lo quieren reconocer. Todo porque hago, digo, me expreso... como quiero. Y al que no le guste le diré: Olé!. Ahora me llaman "gitano".

Quiero volver!!.

Quiero volver!!.

Corrientes marinas me hipnotizan a lo lejos. Me siento como esos animales de dibujos animados siguiendo, desde el aire, el rastro de olor que deja la comida. A mí me pasa pero con la brisa de el mar. Tengo ganas de mojarme los pies, correr por la arena, tomar el sol y jugar a la petanca. No hacer nada. Descansar. Nadar, jugar en el agua y dejar que la corriente me arrastre hasta otra playa perdida de la vista de los curiosos. (Quitarme ese color blanco que tengo en el trasero). Disfrutar, ya queda poco.
Sábado, domingo... Quiero volver a mi castillo. Donde los fantasmas me cuidan y se emborrachan conmigo. Buscadores de oro, viejos piratas, lobos (de mar).
Recuerdo la primeravez que estuve, fue algo magnífico. Como un embrujo, quizás por falta de aire, tal vez por lo puro de este. Las cuestas no cuestan tanto cuando no haces esfuerzos para sentirte bien. Quiero volver!!.
Estais invitados. Tu la primera.
A desayunar!!!.

Mi volcán.

Mi volcán.

Después de dar muchas vueltas, subir, bajar, encontrarme perdido, perderme encontrándome, me he dado cuenta que estaba en mi volcán. Si, en mi volcán. Ayer recibí una postal en la que me regalaban un volcán y claro, no sabía muy bien dónde se encontraba y comencé a caminar. Vueltas, vueltas y más vueltas. "Bienvenido a su volcán". Fijaos, que hasta me sorprendí al encontrarlo tan rápido. La pena es que no os sepa decir dónde esta. Me he despertado justo antes de encontrarme en el mapa. Tengo ganas de seguir soñando.

F de...

F de...

Feliz.
Estoy muy feliz. Ya os contaré.

Espero.

Espero.

El agua, el viento, el sol, la luna, un amigo, una sonrisa, por favor, gracias.
Espera.
Una llamada, una visita, recordar, por favor, gracias.
Espera.
Una postal, un pensamiento, un recuerdo, imaginar, por favor, gracias.
Espera.
Cariño, calor, un cuerpo, una cama, por favor, gracias.
Espera.
Verdad, mentira, comida, por favor, gracias.
Espera.
Respeto, sabiduría, tranquilidad, por favor.
Gracias.

Uno, sólo uno...

Uno, sólo uno...

Y Polifemo le preguntó a su querida nereida cual era el motivo de que no quisirera su amor. Y esta riendo, descarada, cogió la mano de Acis y remó en su barca de sueños.
Entonces, Polifemo, enfadado por la indiferencia de su amada, dió un golpe, sólo uno, en una roca de la orilla. Golpe fatal, pues fué sólo uno y bastó para que una piedra, con la fuerza de un ciclón, saliera despedida y golpeara mortalmente a Acis, que al oir el estrépito buceaba bajo las aguas para que Polifemo no lo viera. ¿Cómo lo iba a ver si mientras golpeaba la tierra lloraba como un niño?. Lloraba, si. Y ciego. Pues sólo tenía un ojo, sólo uno y era para su amada.

Tres son tres.

Tres son tres.

Tres pájaros vienen a comer a mi ventana. Uno, con aires de grandeza, levanta su pico y picotea mi cristal para avisarme y saque de mi bolsillo esas bolitas de alpiste. No entiendo que es lo que le gusta de esa comida prefabricada. Por la tarde, siempre, un gorrioncillo toca a mi ventana. Es muy pequeño y vergonzoso. Su pico se pone colorado cuando acaricio sus plumas con mi dedo índice, con mucho cuidado para no despeinarlo. Come sus hojas de lechuga, bien troceaditas que yo le preparo, y se marcha. Cuando se va siempre me quedo mirando por la ventana para ver como vuela, el se gira y me giña un ojo. Por la noche viene otro pájaro, pero a este no lo veo "casi" nunca. Lo ví una vez. Era precioso. No lo supe cuidar, no sabía que comía. Le dejo de todo en mi ventana. Se que viene, veo sus huellas. No come, pero está haciendo un nido fuera, bajo la cornisa. Es el pájaro autosuficiente. Es el que más me gusta, pero a los tres quiero...

y no puedo dejar de mirarte.

y no puedo dejar de mirarte.

Marta es una chica especial.
No dejéis de mirarla. Yo no puedo dejarla.